Navidad, Navidad, ¿Feliz Navidad?: ‘Las dos caras de la misma moneda’

23 Dic, 2017 | Sociedad | 0 Comentarios

La Navidad, como todas las celebraciones, tiene sus tópicos, y en este caso el más conocido es la costumbre de felicitar estas fiestas a tod@s l@s que nos encontramos por delante, con lo cual nos damos por satisfech@s porque hemos cumplido con un ritual más o menos impuesto por la sociedad en la que nos ha tocado vivir. Pero asimismo, en ocasiones esa actitud no deja de tener cierta dosis de hipocresía teniendo en cuenta el hecho de que mucha gente que por estas fechas felicitan y hasta parece que olvidan por un momento sus rencillas y desavenencias como si de forma automática se les activara un programa, sin embargo al día siguiente ‘sin solución de continuidad’ vuelven a las andadas y las relaciones (buenas o malas) recobran su habitual realidad. Son ‘las dos caras de la misma moneda’.

Del digital El idioma de la Web, como ejemplo de una de las caras de la moneda de la Navidad extraemos el artículo ’10 DESEOS DE NAVIDAD’, que dice:

« 1.- Que el amor de tus seres queridos siempre te acompañe.

2.- Que nunca te falte un sueño por el que luchar, un proyecto que realizar, algo que

aprender, un lugar donde ir y alguien a quien querer.

3.- Que tu rutina se convierta en sorpresa, los enfados en sonrisas y las tristezas en esperanzas, que tu bandera sea el amor y tu lenguaje los besos.

4.- Deseo que esta Navidad despierte en nosotros la paz, con la sola idea de que puedan arreglarse todos los problemas.

5.- Deseo que no pares de soñar, no dejes de creer y no te olvides de disfrutar.

6.- No cantes villancicos mientras comes un polvorón, ser cautos con el champán, los calcetines no son un buen regalo (mejor algo de tecnología).

7.- Que estas fiestas os traigan dulces sensaciones, buenos regalos y ninguna resaca.

8.- Si no sabes qué regalar a tus seres más queridos en Navidad, regálales tu amor.

9.- Deseo que Papa Noel venga cargadito de regalos

10.- Lo mejor de estas fechas es vuestra compañía, recordad esto también el resto del año. »

Como ejemplo de la otra cara de la misma moneda, del blog de Carlos Vader carlosvader.blogspot.com.es, reproducimos el siguiente artículo titulado ‘NAVIDAD, LA FECHA DONDE BROTA MÁS LA HIPOCRESÍA’:

« Otro año más, otras fiestas decembrinas en las cuales la «felicidad» y el «cariño» artificialmente brota, como si estuviéramos programados para que automáticamente nos dé por querer a todos.

Dejando de lado el componente religioso del que, para muchos, estas fechas están revestidas, o el carácter esotérico con cuya aureola otros tantos parecen enmarcarlas (posiciones ambas que quién suscribe respeta desde la crítica), es mi intención denunciar a las personas que no sienten lo que dicen y que pretenden disfrazar sus sentimientos en unas festividades que, fundamentalmente, son un horrendo canto al consumismo y a los más bajos instintos materialistas.

Se nos ha pintado a la Navidad como una etapa agradable o placentera con la que se cierra un nuevo ciclo vital puesto que el espíritu navideño hace que las personas abran su corazón, se animen a compartir momentos con los demás, los regalos se convierten en una muestra de cariño, la solidaridad invade el corazón humano… como unos días donde todo parece humanizarse y donde hasta los opuestos se aproximan hasta la fusión; unas fechas donde el colorido se adueña de nuestras calles, donde la tristeza se torna por la alegría y hasta donde la solidaridad parece expandirse por doquier como un bosque de estrellas… Pero todo esto está muy, muy lejos de ser cierto.

Con la Navidad no concluye ningún ciclo, por el contrario se celebra el solsticio de invierno que en nuestra civilización se ha camuflado con una bonita época donde se tiene que ser feliz ‘a huevo’ y compartir dicho sentimiento con nuestros semejantes, aunque irónicamente no lo sintamos sino que por convencionalismos sociales lo hacemos.

La hipocresía es real, existen personas que durante la Navidad muestran un carácter artificial, muchas familias se comportan como si fuesen cariñosas cuando en algunos casos ni siquiera se ven a lo largo del año.

Para «celebrar» la llegada de tan «entrañables» fiestas, nos reunimos en comidas o cenas de trabajo con aquellos a los que, muchas veces, no nos cansamos de criticar, o peor aún, no queremos ver ni en pintura. Aunque ese día o esa noche les deseemos nuestros mejores deseos con la mayor de las hipocresías… Y que decir de «cenas y comidas familiares», donde se asiste muchas veces a todo un conjunto de mordaces ironías y «espectáculos» innombrables, incluidas numerosas discusiones y hasta peleas.

Tampoco faltarán las «felicitaciones» propias del momento, muchas de ellas robotizadas e hipócritas hasta más no poder. Y no vamos lejos, a cuantos de uds. les han mandado felicitaciones (del índole que sea) por el facebook, mensaje de texto o por whatsapp, y la gente que lo hace es sólo para falsear también la inexistencia de una relación sincera de amistad que sólo es cierta si transciende los límites de unos días señalados.

Tiene que haber coherencia entre lo que se dice y hace, así que si tú eres una de las personas que conozco personalmente y no te felicité en estas fechas, no debes estar preocupado ya que si no lo hice es porque no lo siento. Y si eres de los que me felicitó y te contesté, pues sólo fue por convencionalismo social, porque la verdad no lo sentí, lo hice para que no hacerte sentir mal y, bueno, cabe aclarar que tampoco soy un mal educado…jejeje.

Tal vez pienses que soy un amargado o como me han dicho soy un grinch, cosa que ni me va ni me viene.

Agradezco el tiempo que tomaste para leer estás líneas… No puedo desearte felices fiestas ya que, la verdad, nunca son felices. Analiza bien lo que muestro en este texto y verás que es cierto. »

Por lo que a LaRendija.es respecta: ¡FELIZ NAVIDAD A TOD@S!

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