José Manuel Pitti
La población de Canarias creció el año pasado en 9.757 personas, un 0,46 por ciento, para situarse en 2.114.989 residentes a 1 de enero de 2014, según datos difundidos hace pocos días por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La Agencia Efe explica que sólo Canarias y Baleares incrementaron su población en 2013, mientras que el número de habitantes del conjunto de España se redujo –por segunda vez desde que existen datos anuales (1971)- en 220.130 personas.
Canarias ganó población por tres vías: hubo 1.664 nacimientos más que fallecimientos, 4.938 inmigrantes más que emigrantes y 3.155 llegadas de nacionales más que salidas de canarios a la Península o Baleares.
En nuestra Comunidad, y llegados desde la Unión Europa, tenemos 4.383 residentes más; de otros países de Europa, 512; de América Central y el Caribe, 1.036; de América del Norte, 124; de Asia, 440; y de Oceanía, 14. A esas cifras se suman 15 apátridas, según el término empleado textualmente por el INE.
Son todos ellos bienvenidos, naturalmente, pero –no sé por qué- tengo la sensación de que a alguien se le ha ido la mano con la campaña del paraíso o es que ellos no han entendido bien la metáfora del ‘vergel de belleza simpar’.