El Observatorio de la Sostenibilidad (OS) nace en diciembre de 2014 con la finalidad de dar continuidad a la labor investigadora e informativa iniciada en 2005 en temas de análisis de sostenibilidad. En ese año se elaboró el primer informe de sostenibilidad de alcance nacional en el que se publicaron indicadores contrastados, operativos y representativos. Los recursos humanos del OS lo conforman profesionales de reconocida experiencia en análisis de información sobre temas ambientales, económicos y sociales que han trabajado en la Universidad, en la Empresas y en la Administración, tanto en la formulación de políticas como en la evaluación de las mismas.
El objetivo del OS es hacer una radiografía real, veraz e independiente de la situación de España en materia de sostenibilidad basada en metodologías e indicadores que la describen desde diversos aspectos (ambientales, sociales y económicos) y evalúan mecanismos de gestión (situación, tendencias y escenarios) que garanticen su desarrollo.
Según datos proporcionados por el OS en su informe ‘Empresas más contaminantes en España en 2016. Responsabilidad de las grandes empresas energéticas e industriales en el cambio climático 2006 -2016’, la Central Térmica ubicada en el Polígono Industrial de Granadilla de Abona es la máxima responsable de la emisión de gases de efecto invernadero que se produce en las Islas y que, junto con la Central de San Bartolomé de Tirajana en Gran Canaria, emiten ambas casi el 60% del total (concretamente el 59,07%) de estos gases en Canarias.
Al igual que en Baleares, en Canarias son las Centrales Térmicas las que producen el 100% de las emisiones de efecto invernadero procedentes de fuentes fijas, según indica el informe del OS, cuyas altas cifras tienen que ver con su densidad de población, el turismo y la procedencia no renovable de su energía primaria.
Según el informe, Canarias produjo 5,76 millones de toneladas equivalentes de dióxido de carbono (CO2) en 2016, situándose en la novena posición del ranquin a nivel nacional de emisiones de este gas procedentes de instalaciones fijas, cuya lista encabezan Andalucía con 22,4 millones de toneladas y Asturias con 17,2 millones.
Volviendo al caso de Canarias, sólo la Central Térmica de Granadilla de Abona emitió 1,81 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera en 2016. En segunda posición se encuentra la central térmica de San Bartolomé de Tirajana, que emitió 1,58 toneladas de dicho gas de efecto invernadero. Traducido en porcentaje, del total de emisiones de ambas centrales, las más contaminantes de Canarias, la de Granadilla de Abona emitió el 53% y la de San Bartolomé de Tirajana el 47%.
Muy por debajo de las cifras de estas dos centrales se encuentra la emisión de gases del resto de centrales térmicas de las islas, como la de Jinámar en Las Palmas de Gran Canaria con 0,59 toneladas, la de Punta Grande en Lanzarote con 0,55 toneladas, la de las Salinas en Fuerteventura con 048 toneladas, y la de Candelaria en Tenerife con 0,39 toneladas de dióxido de carbono.
Respecto a 2015, el Archipiélago aumentó en 2016 un 1,38% la cantidad de emisiones de CO2 a la atmósfera, y durante la mayor parte del periodo de vigencia del Protocolo de Kioto que abarcó hasta 2015, entre 1990 y 2014 Canarias aumentó sus emisiones totales en un 51%, destacando en 2007 donde el porcentaje de aumento de emisiones alcanzó el 95%. Las emisiones totales (procedentes de fuentes ‘fijas’ + ‘difusas’) acumuladas en dicho periodo ascendieron en Canarias a 335 millones de toneladas equivalentes a un 4% del total emitido a nivel nacional, cantidad que superó ampliamente a las de Baleares, Murcia, Extremadura, Navarra, Cantabria y La Rioja, y se acercó a las del del País Vasco y Aragón».
Ese es el preocupante ‘caminar de la perrita’ de Canarias en General y de la Central Térmica de Granadilla de Abona en particular respecto a su aportación de gases de efecto invernadero a la atmósfera, principal causa del ‘cambio climático’.