La ‘gasolinera de la suerte’ repartió otra vez y por sexto año consecutivo grandes premios en los pasados sorteos de la Lotería de Navidad y de El Niño (I)

7 Feb, 2019 | Sociedad | 1 Comentario

La fama de la denominada ‘gasolinera de la suerte’ (en referencia a la Estación de Servicio La Chasnera, de la empresa Repsol, ubicada en el km. 54 de la TF-1 en dirección Sur) ha trascendido todas las fronteras debido a que desde 2013 no ha dejado de dar grandes premios en la Lotería de Navidad y del Niño, motivo por el que se ha convertido en el segundo establecimiento que más lotería vende de España, con demanda de papeletas desde un país tan lejano como China y en la que hacen cola para adquirir sus décimos numerosos ciudadanos extranjeros que la incluyen como parada obligatoria en sus rutas turísticas.

Ya el pasado 11 de diciembre, El Español publicaba un artículo de Lucía Vinaixa referido a este asunto que, con el titular La gasolinera con más suerte está en Tenerife: dos horas de cola para comprar Lotería’ y las entradillas ‘La estación de servicio regentada por José Miguel González no le teme ni a Doña Manolita en Madrid ni a la La Bruixa d’Or en Barcelona: ha repartido grandes premios los últimos cinco años’ y ‘Todo empezó en 2013 en el kilómetro 54 de la autopista sur de Tenerife cuando los 200 millones de euros del segundo premio cayeron íntegramente aquí: algunos días hay colas de 60 metros’, decía:

« Pasar el décimo por la tripa de una embarazada, entrar con el pie derecho en la administración de lotería o quemar billetes antiguos son algunas de las tradiciones que muchos españoles hacen con frecuencia para atraer a la suerte el día de la Lotería de Navidad. Pocos creerían que la gasolinera Repsol de Granadilla de Abona (Tenerife) se resiste a hacer algún ritual. Cinco son las veces que este surtidor tinerfeño ha repartido varios de los grandes premios de lotería. Chinos, holandeses, jugadores de fútbol y gente de toda España esperan pacientes colas de hasta dos horas y de 60 metros para comprar un décimo en esta estación de servicio. Ni doña Manolita en Madrid ni la Bruixa D’Or en Barcelona. El punto más afortunado del país está en el kilómetro 54 de la autopista del sur de Tenerife.

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Todo empezó en 2013, cuando los 200 millones de euros del segundo premio del Sorteo Extraordinario de Navidad cayeron íntegramente en la estación de servicio. Los niños de San Ildefonso cantaron el número 79.712. Puede que sea el sol canario, el acento tinerfeño o las papas arrugadas, pero desde aquel 22 de diciembre, la suerte no ha querido abandonar Granadilla.

Prácticamente todos los empleados del surtidor se llevaron cerca de 100.000 euros. “El premio le cambió la vida a mucha gente”, cuenta José Miguel González, propietario de la gasolinera, en una conversación telefónica con EL ESPAÑOL. Muchos de los trabajadores pudieron pagar su hipoteca y cumplir muchos de sus sueños que hasta entonces veían imposibles.

José Miguel tiene 63 años y empezó trabajando como mecánico en Granadilla. La suerte se cruzó en su camino y logró montar el Grupo González Canarias, una empresa que, de momento, gestiona ocho gasolineras, una emisora de radio y un periódico gratuito. Es autóctono del pueblo de San Miguel y tanto su mujer como sus tres hijos trabajan en alguna de las estaciones de servicio.

La familia González nunca se imaginó que acabaría siendo una de las más populares de la isla. Este empresario asegura que su vida no ha cambiado mucho. “Somos una familia normal”, expresa. Sigue yendo todos los días a trabajar a la gasolinera y no ha perdido la ilusión. «Ver a tanta gente conocida que saca los números es una satisfacción tremenda», confiesa el canario.

José Miguel González, propietario de la 'gasolinera de la suerte' en Tenerife, el pasado 2017 tras ganar por quinto año consecutivo.

El pasado 2017 los clientes de la ‘gasolinera de la suerte’ se repartieron 3,2 millones de euros. Granadilla le dio un pellizco a ‘El Gordo’ vendiendo un décimo del primer premio, 22 décimos del segundo y 20 décimos del quinto. Este año volvió a triunfar por el Sorteo de ‘El Niño’. El número 18.442 dotó con 750.000 euros a la famosa estación de servicio. La familia González se ha convertido en una experta en descorchar botellas de cava. El canario no se explica el porqué de su suerte. Asegura que jamás ha hecho ningún ritual. “Muchos de los clientes siempre que ven a mi padre le piden que toque los números”, expresa Miriam, una de las hijas del propietario. La administración de Loterías del Estado ubicada en el interior de la estación de servicio vende muchísimos números, pero los acabados en 13 y 17 ya se han agotado.

En la estación de Granadilla la gente va a llenar los depósitos con ilusión. «Se venden más décimos que gasolina», expresa entre risas el propietario del surtidor. La fama de la gasolinera no entiende de fronteras. Es una parada casi obligatoria para muchos turistas que vienen a disfrutar de unas vacaciones en Canarias. Muchos chinos ya han incluido la gasolinera como parte del tour.

A todas horas hay personas haciendo cola. «Algunos días hay filas de 60 metros que llegan a dar la vuelta al edificio de la estación», afirma González. ¿Y qué número juegan los propietarios de la gasolinera de la suerte? Los décimos acabados en 92 o 71.

La felicidad, los lloros de alegría, el cava y los abrazos se han convertido en el panorama habitual de la gasolinera Repsol del kilómetro 54 del sur de Tenerife. “Este año lo veo bien”, confiesa el empresario. Sin querer tentar a la suerte, José Miguel confía en que ‘El Gordo’ vuelva a llamar a su puerta. »

Colas para comprar Lotería en Granadilla

El 21 de diciembre La Opinión de Tenerife también publicaba un artículo de Elena Hernández referido al asunto, que con el titular Lotería de Navidad | Colas en Tenerife para hacerse millonario’ decía:

« No importa la espera. Tampoco soportar el sol sobre la cabeza ni poner el despertador unas horas antes de lo previsto. Todo es poco si el resultado es hacerse millonario. Eso es lo que deben de pensar las cientos de personas que se agolpan a diario en las dos ventanillas de la ya conocida como ‘gasolinera de la suerte’. Buscan llevarse el Gordo o por lo menos, un buen pellizco, y saben que de eso en el kilómetro 54 de la autopista del Sur saben bastante. No es para menos. El surtidor de la felicidad lleva repartiendo premios cinco años seguidos y este 2018 espera no defraudar a nadie.

Las enormes colas que ayer se formaban en la gasolinera Repsol de Granadilla eran las de los más rezagados. Tinerfeños y turistas que, a falta de un día para que los niños de San Idelfonso canten una lluvia de millones, no querían dejar pasar la oportunidad de jugar con en el azar en el que es, sin duda, el lugar con más papeletas de la Isla para brindar con champán mañana. Allí, el terminal instalado en el interior ofrece infinitas combinaciones de décimos para que nadie se quede sin jugar en el Sorteo Extraordinario de Navidad. Todos confían en que este año la fortuna siga acompañando a José Miguel González, el dueño de la instalación con más estrella de toda la geografía tinerfeña e, incluso, del país entero.

Y es que las colas, donde se puede ver desde jóvenes hasta familias enteras y personas mayores, tienen su razón de ser. La leyenda de la gasolinera de Granadilla comenzó a calar hondo entre los que sueñan con ese golpe de suerte que los convierta en millonarios de la noche a la mañana en 2013, cuando la familia González repartió 200 millones de euros con el segundo premio al completo.

El champán empezaría entonces a correr en el kilómetro 54 de la autopista sureña y ya no pararía. Un año más tarde, la fama de la gasolinera continuaría creciendo con otro segundo premio, el de la serie 92.845. Después de ese gran pellizco, aquel 2014 se empezaron a montar colas kilométricas en torno a los expendedores más agraciados de la Isla y eso que muy poca gente esperaba que el estallido de alegría y felicidad se volviera a repetir 365 días más tarde.

Pero así fue. Varios décimos de un cuarto premio y de dos quintos llevaron el jolgorio a la instalación sureña en 2015, lo mismo que en 2016 y 2017 (con varios premios repartidos los dos años ). Así que mañana, cuando el bombo empiece a girar, no es de extrañar que todas las miradas vuelvan a estar puestas en González y su gasolinera. »

Y los vaticinios se cumplieron, pues un año más la ‘gasolinera de la suerte’ volvió a repartir grandes premios en el sorteo de la Lotería de Navidad celebrado el pasado 22 de diciembre, y con ésta ya son seis años seguidos los que viene haciéndolo, algo sobre lo que los medios informativos se ocuparon como un acontecimiento insólito, tal como publicó RTVE.es que con el titular ‘La gasolinera tinerfeña de Granadilla de Abona reparte suerte en la Lotería por sexto año consecutivo’ decía:

« Cuando pensamos en la buena suerte en el Sorteo de Lotería, los establecimientos de Doña Manolita y la Bruixa d’Or son los primeros en venir a la mente. Pero en los últimos seis años les ha salido un competidor, la gasolinera de Granadilla de Abona, en Tenerife, que ha repartido en 2018 10.400.000 euros en premios del sorteo por sexto año consecutivo, esta vez con 26 décimos del Gordo (el 03.347), seis décimos del cuarto premio (el 67.764) y 13 décimos de dos quintos premios.

El hijo del dueño de la gasolinera, José González, ha explicado a Efe que este año tenían «cierta presión» por si no repetían la misma suerte, pero ahora están «contentísimos».

El puesto receptor de lotería de la gasolinera ubicada en el kilómetro 54 de la TF-1 vendió en 2017 22 décimos del segundo premio (más de 2,7 millones de euros), y otros tres quintos premios, valorados en 3,3 millones de euros; y en 2013 repartió más de 200 millones de euros con el segundo premio, que cayó íntegro en la isla.

Fama mundial

Tal es el éxito y la buena fortuna del establecimiento, que ya vende papeletas hasta en China. González ha explicado que empezaron la venta el 10 de julio y vendieron décimos hasta las 23:00 horas del viernes, con colas de hasta una hora y media de espera.

Preguntado por el secreto de la gasolinera, González ha explicado que la empresa familiar, que cuenta con otra gasolinera a un kilómetro de distancia, no elige los números a vender: «Salen por máquinas y normalmente sacamos números aleatorios», ha declarado a RNE. 

Como ejemplo de la ya famosa gasolinera tinerfeña, el trabajador ha citado a un cliente que se paró a repostar gasolina y, al ver la larga cola para comprar lotería, decidió esperar y terminó adquiriendo siete décimos. «A lo mejor es uno de los agraciados», ha dicho, aunque el perfil del comprador es variado.

Y lo cierto es que, en palabras de González, «hemos hecho algo muy grande», porque esta gasolinera va adquiriendo fama año tras año. »

(Continuará…)

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