Cuarenta años de la Autopista del Sur (I)

22 Ene, 2015 | Reportaje | 0 Comentarios

Es del todo evidente que el Sur de Tenerife es actualmente el principal motor económico de la Isla y uno de los enclaves turísticos más importantes de España. Sin embargo, hace apenas medio siglo, la realidad de esta zona era radicalmente diferente, pues sus habitantes vivían en medio del aislamiento y el abandono, sometidos a unos índices de pobreza que tenían que superar a base de muchos sacrificios debido a las duras condiciones orográficas y las faltas de vías de comunicación que la condenaban al retraso y la emigración.

LOS ANTECEDENTES

Ya desde  mediados del siglo XVIII las gentes del Sur buscaban la manera de resolver ese aislamiento al que históricamente se hallaban sometidos. Así, como consecuencia de la crisis derivada por la ruina del cultivo de la cochinilla que sumió a la comarca en una profunda depresión social y económica, el por entonces alcalde de Arona solicitó en 1877 al Ministerio de Fomento que ejecutara la proyectada carretera entre Güímar y Adeje, considerada vital para potenciar las transacciones comerciales entre los diferentes pueblos y así frenar la enorme emigración que sufrían.

A finales del siglo XIX, la situación aún no había cambiado mucho, pues la carretera general solamente llegaba hasta Fasnia y el resto, además de los caminos reales, eran rudimentarios y polvorientos caminos de tierra que transcurrían por las medianías y cumbres, siendo por tanto la vía marítima la comunicación habitual de Santa Cruz con los pueblos de las comarcas de Abona y Adeje hasta los años treinta del pasado siglo.

La denominada carretera C-822, proyectada en 1858 para unir por vía terrestre todos los pueblos del Sur con un trazado zigzagueante de cien kilómetros, con más de mil curvas y un centenar de puentes para salvar otros tantos barrancos, tardó más de un siglo en construirse en su totalidad. Esa carretera vieja del Sur se inició en Santa Cruz en 1864 y no llegó a Granadilla de Abona hasta la década de los años treinta del siglo XX, enlazando con Guía de Isora, a través de Tejina de Guía, ya en la segunda mitad de los años setenta. Su realización supuso un hito que cambió la historia de esta comarca, relanzada definitivamente con la posterior construcción hace cuarenta años de la autopista TF-1, la gran vía de conexión con la capital que facilitó, a su vez, otras grandes infraestructuras, como fueron el aeropuerto Reina Sofía y el puerto de Los Cristianos.

EL PROYECTO INICIAL

La TF-1 tuvo en su inicio características de autovía, proyectándose así para cubrir un recorrido que iba desde Santa Cruz hasta Los Cristianos, incluyéndose en 1961 en la Red Azul de Carreteras Españolas. El plazo para su ejecución se estableció en cuatro fases divididas en cuatrienios, figurando el primer tramo entre Santa Cruz y Candelaria en la primera fase y el resto, entre Candelaria y Los Cristianos, en los doce años siguientes.

Como consecuencia de las gestiones realizadas por el Cabildo Insular presidido José Miguel Galván Bello ante el Ministerio de Obras Públicas, en mayo de 1965 se consiguió la autorización para que la Corporación Insular gestionara la financiación anticipada de las obras no comprendidas en la primera fase, abonando el Estado su importe en pago diferido y corriendo a cargo del Cabildo los intereses derivados de la operación financiera. Dicho acuerdo consistió en solicitar un crédito con cargo al presupuesto ya aprobado, que en ese inicio de las obras sobrepasaba los 1.300 millones de pesetas sin contar con el importe de las expropiaciones. Además de las gestiones del Cabildo y de su presidente, que por cierto era natural de San Miguel de Abona, es de destacar la labor que desarrolló la Jefatura Provincial de Carreteras de Santa Cruz de Tenerife como encargada de redactar los proyectos, que en aquel tiempo tenía como ingeniero jefe de Obras Públicas a Juan Amigó de Lara.

En septiembre de 1966 fueron adjudicadas las obras de la autopista, cuya longitud total era de 72,7 kilómetros, correspondiéndole el primer tramo a la empresa Dragados y Construcciones y el resto, partiendo desde Los Cristianos, a Obras y Construcciones Dumez. El convenio suscrito entre el Cabildo insular y el Ministerio de Obras Públicas permitió que la autopista se ejecutara en su totalidad, desde Santa Cruz a Los Cristianos, en el plazo de cuatro años en lugar de los 16 que era el tiempo previsto para su ejecución…

(Continuará…)

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